"Ás catro da mañá, nunca se sabe se é demasiado tarde, ou demasiado cedo". Woody Allen







martes, 5 de enero de 2010

Tertulias aínda...


Faloume onte a amiga Mere do café Grial, e sobre o Grial veño de ler na web de ordosgonzalo esta fermosa nova. A palabra, sempre a palabra.

Tertúlias nocturnas, El Grial, Pepe Ulloa y calle Gamboa de Vigo

El periodismo de crónica, que se hacía por la tarde en la tertulia, o por noche para madurarlo durante el día, ha dado paso al cortar y pegar de la era Internet. Cuando las tertulias del café Goya en la avenida de Urzaiz y la taberna de Eligio, en la travesía de la Aurora dejaron de existir, nos refugiamos en El Grial de "Pepe Ulloa" (Xosé Vázquez Ramos), en la calle de la Gamboa, donde ya se había creado un nutrido grupo de tertulianos en torno él. Al caer la tarde, a eso de las 19 aparecían los abogados, que se retiraban paulatinamente hasta las 21, 30 hora en la que comenzaban a llegar los escritores, poetas, pintores, políticos, periodistas y espectantes de diversas procedencias, también llamados parroquianos. Las palabras fluyen fríamente por el hilo del teléfono hasta la pantalla del mudo tertuliano.

El Grial es consecuencia de la reconversión de la librería A Esmorga, en bar de copas para amigos e intelectuales, cuando los libros dejaron de ser la fuente de nuevas ideas y las ideas se empezaron a copiar de las conversaciones de los tertulianos. Esto acontecía a finales del siglo pasado, en su últimos decenios, cuando vivían personajes como Jesús Cano, (el comandante Cano) hombre vinculado al mundo deportivo, al cine club y a la política clandestina, José Telmo Lodeiro, pintor de Vigo, como gustaba en llamarse, o el más joven Ramiro Fonte, malogrado recientemente, entre otros muchos de los habituales, porque ocasionalmente eramos visitados por Manuel Vázquez Montalban, o se dejaba caer Maruja Torres, acompañada por el gremio de los periodistas.

Las viejas tertulias han dado paso a la fría soledad del Blog


El Grial se convirtió durante esos años en el Comité Central, al que acudían Alcaldes, concejales, intelectuales de diverso pelaje y algún que otro músico, artista y funcionario. De ese maremagnum, salían las conversaciones más dispares, los secretos inconfesables y las primicias más buscadas. Si alguien deseaba saber en cuanto se cotizaba su "caché", en la vida pública, tenía que consultarlo con algún miembro del Comité Central o acudir a las tertulias nocturnas del Grial, que hacían honor al mito medieval de tan sagrada copa, y entre copa y copa, recibiría su correspondiente repaso, por parte de tan selecto grupo de eruditos, dispuestos a despellejar al más pintado sin la mínima piedad. Fernando Franco, cronista de las noches de Vigo, pasaba y sigue pasando, de retirada por el Grial, pero creo que nunca llegó a publicar nada a cerca de nuestros contubernios. Xosé Lois Mendez Ferrin, acudía a saludar, retirado en una esquina, mientras Pepe le rendía la pleitesía del viejo camarada, pero tampoco recuerdo que hiciera mención de nada en sus crónicas de los Lunes. La lista sería interminable, y las anécdotas inagotables, nada o casi nada sobre ello se ha escrito, sólo recuerdo que Ramiro Fonte, fusiló una o varias conversaciones en su libro Os leopardos da lúa. La tertulia ha desaparecido de nuestras vidas, dejándonos huérfanos del contraste de opiniones en vivo, sin importar que fuera entre iguales o desiguales. Atrás queda, la creación y la improvisación de la palabra inmediata en la punta de los labios, que ha dado paso al aporreo de un teclado para que destile palabras, que se pierden por la línea del teléfono, que no toman copas, ni se encienden al calor de las voces, ni se arredran, ante otros cuerpos excitados por las ideas.http://es.globedia.com/tertulias-nocturnas-grial-pepe-ulloa-calle-gamboa-vigo

No hay comentarios: