"Ás catro da mañá, nunca se sabe se é demasiado tarde, ou demasiado cedo". Woody Allen







lunes, 31 de diciembre de 2018

Margarita Yosifovna Aliguer...



Margarita Yosifovna Aliguer (Маргари́та Ио́сифовна Алиге́р) foi unha poetisa, xornalista e tradutora soviética. Xudía, nada á beira do Mar Negro en Odesa no ano 1915. En 1938, uniuse á Unión de Escritores Soviéticos, e ao Partido Comunista en 1942 onde militou ate o seu falecemento en 1992. Durante a IIGM no frentre oriental, foi correspondente de guerra en Leningrado. En 1943 obtivo o prestixioso Premio Stalin. Por estes lares foi Nicanor Parra quen a deu a coñecer no mundo hispanofalante traducindo moitos dos seus poemas nunha antoloxía publicada en 1965 e da que deito aquí un poema seu:

Vivo en este mundo
con una bala en el corazón.
No voy a morir todavía.
La nieve cae.
No anochece.
Los niños juegan.
Uno puede llorar,
cantar canciones.

Pero no pienso ni llorar ni cantar,
vivimos en la ciudad y no en el bosque.
No olvidaré lo visto
y llevo en el corazón lo que conozco.

El invierno de Kazán, huidizo,
níveo y luminoso, pregunta:
- ¿Cómo vivirás?
- No sé.
- ¿Sobrevivirás?
No sé.
- ¿Cómo no te mató la bala?

Cerca del final pero aún viva,
quizá porque
en la lejana ciudad de Kamsky,
donde las noches son más claras por la nieve
y el frío audaz toma lo que considera suyo,
se ponen a hablar y a correr
mi felicidad y mi inmortalidad.

- ¿Cómo no te mató la bala,
cómo resististe su plomo de fuego?

Decidí seguir viviendo
cuando vi el final 
acercarse a empujones calientes
y mi corazón me reveló
que algún día sabré contar
este sufrimiento en mis poemas.

- ¿Cómo no te mató la bala
o no te tumbó el golpe?

Si estoy viva
es porque cuando se agotaron mis fuerzas,
desde los paraderos lejanos
y los callejones sin salida, tapados con nieve,
detrás de las montañas, vi
a los tanques en movimiento,
y en los bosques
a las bayonetas erguidas,
advino,
empezó a brillar
el día de la victoria
rodeando la tierra con su ala.

Ese día fui abriéndome paso
a través de la desgracias
mías y ajenas.

1941


http://www.poetryloverspage.com/yevgeny/aliger/index.html

viernes, 28 de diciembre de 2018

"Campos roturados" (fragmento) de Mijail Shojólov...



Mijail Sholójov


"Los cereales despiden una suave fragancia al recibir los primeros soplos del deshielo. A mediodía, si hace sol, llega a los rincones abrigados del viento el perfume triste de la corteza de los árboles, mezclado a la dulce humedad de la nieve derretida y al intenso olor que sube de la tierra traspasando su manto de muertas hojas. Un aroma delicado y múltiple persiste sobre los huertos hasta la penumbra del anochecer, hasta que la luna verdosa desliza su cuarto creciente entre las ramas desnudas, hasta que las liebres empiezan a sembrar sus brincos de terciopelo sobre la nieve... Luego el viento trae a los jardines, desde las crestas de la estepa, el amargo soplo del ajenjo agostado por la helada. Los perfumes y los ruidos del día se desvanecen. Como una loba gris, llega por el oriente la noche, y pasa sobre las avenas locas, sobre los matorrales rojizos, sobre los surcos abiertos en otoño, dejando tras sí por la estepa, sombras de crepúsculo. Una noche de enero, el año 1930, por el camino de la estepa, llegó un jinete a las afueras del caserío Gremiachi-Log."

Fragmento da novela "Campos roturados". Marabillosa obra épica de Mijaíl Shólojov (Premio Nobel de Literatura no ano 1965) sobre a dura e entusiasta experiencia da colectivización no campo soviético.  



"Campos Roturados" foi publicada o seu primeiro volume en 1932 mentres que o segundo publícase en 1954 xa que durante a Segunda Guerra Mundial unha bomba destruira o fogar de Shólojov, perdéndose os manuscritos do segundo libro case concluído, feito que obrigou ao autor a refacelo de novo, co mesmo ánimo que esixira a reconstrución da Unión Soviética devastada pola guerra.

"Campos Roturados" recrea a experiencia da creación dos Koljós (Granxas colectivas) e nela moitas das pasaxes son froito da propia experiencia do seu autor como participante nos Koljós na rexión do Don. Mentres Shólojov participou no labor de consolidación dos Koljós foi testemuña directa das sabotaxes provocadas polos kulaks (terratenentes partidarios do rexime zarista) en contra do poder soviético.

martes, 18 de diciembre de 2018

Dimitri Shostákovich: "De la poesía popular judía"...



"De la poesía popular judía" (op. 79) de Dimitri Shostákovich retrata a vida no shtetel e o antisemitismo da Rusia zarista. Poemas dolorosos, poemas traxicómicos, poemas costumistas, e finalmente poemas irónicos. A versión orixinal para tres voces e piano estreouse en 1955 en Moscú. A versión que escoitamos na ligazón de máis abaixo está tirada do arquivo sonoro de Radio Nacional de España-Radio Clásica
Escoitar aquí: https://www.ivoox.com/11444556

sábado, 1 de diciembre de 2018

El kibbutz: establecimiento comunal colectivo. Por Josep Pla


Por Josep Pla
"Israel: 1957"
Editorial Destino

El kibbutz es una de las instituciones más originales de Israel. Es un fenómeno de colectivización que ha dado excelentes resultados y ésta es una de las razones que explican la reticente, a menudo adversa política, de la URSS, respecto de este país: el kibbutz socializante —en definitiva de socialismo de mercado de Israel— ha sido una institución eficaz y positiva, mientas que el koljoz ruso ha sido un completo desastre económico y social. La comparación es demasiado odiosa y viva para que pueda ser perdonada por el dogmatismo comunista irreal y apriorístico.



A principios de siglo, los primeros inmigrantes comprobaron que el obrero árabe agrícola, ser primitivo, habituado a un tipo de vida de una gran precariedad, encontraba trabajo con mayor facilidad que el obrero judío cultivado y progresista, infatigable pero inhábil. Esta constatación les llevó a agruparse colectivamente y a trabajar en común. Sus esfuerzos, no obstante, no habrían podido cristalizar si el Fondo Nacional Judío no les hubiera dado la tierra fácilmente. Cuando la tuvieron, para obtener algún resultado, hubieron de hacer considerables sacrificios. La primera kuntsa o kibbutz fue fundada en Degania, en el alto Jordán, a base de la ideología socialista de David Gordon. El principio que defendía Gordon era éste: hay que dar a cada uno según su capacidad y según sus necesidades. Sostenía que el trabajador padre de familia ha de ganar más que el padre de familia que tiene menos hijos, y éste ha de ganar más que el soltero sin obligaciones. Este principio ha hecho muchos progresos en todas partes. (Es innecesario advertir que prácticamente toda la legislación social que se aplica en muchísimos países nació en Israel, sin forma legal perceptible, espontáneamente.) Gordon entendía el kibbutz como una gran familia, formada como máximo por catorce o quince trabajadores y sus familias, porque su experiencia le llevaba a creer que una empresa colectiva formada por más gente era por definición ingobernable y estéril. El kibbutz, en sus inicios, fue, de este modo, un establecimiento colectivo limitado. Esta limitación se rompió, no obstante, con rapidez, ya que respondía únicamente a una agricultura de monocultivo. Con la llegada de nuevos emigrantes y la necesidad de producir más y más cosas, el colectivo se amplió. Gordon ha pasado a la historia moderna de Israel no sólo por lo que acabamos de describir, sino por el esfuerzo que realizó para demostrar que la práctica de un trabajo manual es favorable a la maduración y a la ampliación de la inteligencia.

La transformación del kibbutz limitado y cerrado en el kibbutz abierto y amplio llena la historia del asentamiento agrícola en Israel. La concepción del kibbutz abierto ha triunfado porque las mismas condiciones económicas lo han exigido. Ya no hay ninguna organización de esta clase que no tenga más de sesenta familias, pero son raras los que tienen más de 2.000. La extensión de la tierra que el Fondo Nacional Judío ofrece al kibbutz depende de su calidad y del agua de que puede disponer. Si la tierra es buena y el agua abundante, la extensión naturalmente es menor que si el kibbutz es de secano y la tierra de poca calidad.


La base de esta organización es la propiedad de los medios de producción por parte de los kibbutzim que forman parte de un kibbutz. La organización es contraria, así, a la filantropía de la época de los Rothschild y a las formas de trabajo asalariado de la moshava. El kibbutz recibe la tierra del Fondo Nacional y a menudo un capital más o menos importante para comenzar. El precio de la tierra se va pagando por anualidades, y el capital es devuelto tan pronto el kibbutz gana dinero. Pagada la tierra y restituido el dinero, los bienes del establecimiento pasan a ser propiedad de sus miembros. Para un miembro del kibbutz, esta propiedad puede describirse con estas palabras: «todo esto es mío, pero nada me pertenece». Eso quiere decir que el espíritu del kibbutz está formado por el idealismo de sus componentes: el socialismo de sus ideales y el nacionalismo, de elevada temperatura, obstinado en construir una patria.

No existiendo salarios en los kibbutz, no existe moneda de circulación entre sus miembros. Existe en cambio moneda en las relaciones del kibbutz con el exterior, porque es natural que, si el organismo compra un tractor, o una trilladora, la pague. El kibbutzim tiene derecho a casa, alimentación, vestuario, educación de los hijos, asistencia social de todo tipo: médicos, farmacia, clínica, entierros. Asimismo, el kibbutz mantiene a los padres viejos de los trabajadores kibbutzim, a base de que los viejos no trabajen pero que se entretengan con lo que más les agrade, porque se considera que en la vejez la inacción es fatal. El kibbutzim tiene derecho a quince días de vacaciones anuales; si los pasa fuera de la comunidad, se le da el dinero necesario.

El comedor es común y la cocina es general; al frente de cada cocina está un cocinero. Las criaturas viven en común, pero, cuando los padres han acabado de trabajar, las criaturas se incorporan a la vida de familia. El hecho de que las mujeres no tengan que cocinar las permite estar más tiempo con sus hijos que cualquier familia obrera europea corriente. La vida social o cultural se hace en centros colectivos

Las tiendas son generales. La colectivización, en todo caso, no llega ni a la intimidad ni a la casa. Las familias no viven en bloques, sino en casas aisladas. En la puerta de la casa se acaba la comunidad. Así, el kibbutz no tiene nada que ver con el comunismo integral. De la vida colectiva, sus miembros utilizan lo que les puede resultar más útil: por ejemplo, la cocina en común. La comida es, fatalmente, un poco cuartelaria. Es un grupo de familias que comen en un restaurante colectivo. Por otro lado, el organismo se rige por la asamblea general de sus miembros, la cual elige un comité ejecutivo con poderes durante un año. Este comité resuelve los problemas de todo tipo que se van presentando, tiene la dirección agraria y comercial y se ocupa de la relación con el interior en todos los aspectos: económicos, sociales, políticos y de administración diríamos municipal.

El kibbutz puede ganar dinero o no ganarlo; puede estar bien administrado o no estarlo. Después de los trabajos que sus miembros realizan, acaba ganando algún dinero. Esto quiere decir que el kibbutz ha llegado a transformar una tierra precaria en una tierra de calidad. Cuando el kibbutz se encuentra en la etapa constructiva y no gana dinero, suele ser extremista y de un idealismo utópico. Al comenzar a obtener beneficios, se conservadoriza y la fraseología se vuelve diferente. Hemos preguntado a muchos kibbutzim:
- Cuando ganan dinero, ¿en qué utilizan el sobrante? ¿Se lo reparten?
- Todavía no estamos en ese momento. El dinero ganado se utiliza sistemáticamente para mejorar el kibbutz desde todos los puntos de vista: no sólo para mejorar las condiciones de la tierra, sino la vida familiar de sus componentes. Las comodidades del kibbutz se incrementan con todas las aportaciones que ofrece la vida moderna. Por otro lado, con el dinero que se gana se emprenden otras empresas, sobre todo las de industrialización de los productos de la tierra. En este aspecto, existen kibbutz muy importantes que mueven volúmenes de negocio considerables.



Sospecho que todas estas informaciones serán acaso poco comprendidas en países de individualismos arcaicos como el nuestro, de escépticos, desconfiados y resentidos. No hay que olvidar, de todos modos, la mentalidad de quienes fundaron los kibbutz, el idealismo de los socialistas rusos, polacos y centroeuropeos que imaginaron estas formas de vida colectiva, la influencia que en todo el proceso tuvieron las mujeres y sobre todo el sionismo y, por tanto, del espíritu de sacrificio, la temperatura patriótica y la fe en Israel, que es la clave del arco central. Por otro lado, el kibbutzim cree que el salario corrompe y que la gente que trabaja por un salario trabaja , sin amor, en la desesperanza y en el vacío —y en la soledad.

En el kibbutz, la política es naturalmente un elemento esencial. Una buena parte de sus componentes forman parte del partido Mapai, del cual es decisiva la figura de Ben Gurion, o sea, del Partido Laborista israelí, muy parecido en su organización al partido Laborista británico. pero también existen muchos kibbutzim afiliados al partido Mapai Mapam, situado más a la izquierda, pero sin aceptar ningún punto de unificación con el comunista.

La característica del kibbutz es el idealismo, y el hecho explica por qué estos organismos, hablando en general, están bien administrados. En su composición, se observan dos clases de elementos: el obrero agrícola, propiamente dicho, y el hijo de familia burguesa, en ocasiones muy rica, situada generalmente en la diáspora, procedente de países diversos, que ha abandonado las pompas y vanidades de su clase y se ha puesto, en un kibbutz, a trabajar para Israel y para los imperativos de la moral y la patria. Me aseguran que, entre los doce millones de israelíes que permanecen en la diáspora, la juventud se siente cada vez más impulsada por la fascinación del retorno a Israel. Es perfectamente natural. También habremos de hablar, cuando llegue el momento, de lo que representa el kibbutz en la organización militar —de los kibbutz de la frontera sobre todo, que son una realidad esencial.

viernes, 19 de octubre de 2018

Contra a legalização da eutanásia (PCP)







O tema da eutanásia, ou do suicídio assistido, é uma matéria muito sensível e controversa, que exige grande ponderação, capacidade de ouvir e de integrar as diversas opiniões.




Partido Comunista Portugués


A eutanásia não é uma questão dos tempos modernos. Tem um longo historial de sombras negras que não pode ser desvalorizado no debate em curso. Num tempo em que o aumento da esperança de vida e o envelhecimento da população devem ser vistos como uma consequência positiva da evolução da sociedade, essa aquisição civilizacional é olhada como um problema. Associada à natureza do capitalismo e à sua concepção ideológica de que só o lucro e a vida que contribua para a maximização do lucro contam, há já quem caracterize o aumento da esperança de vida como «peste grisalha», procurando absolutizar o peso dos custos para a Segurança Social e para o Serviço Nacional de Saúde. Por esta e outras razões nunca é demais recordar alguns momentos negros da história contemporânea.
A eutanásia tem antecedentes em doutrinas da eugenia do fim do século XIX. Já em 1922 um professor de direito penal Karl Binding e de um psiquiatra Alfred Hoche, escreveram um livro em que defendiam a eutanásia activa voluntária para pessoas com doenças terminais em grande sofrimento e também a eutanásia involuntária para deficientes e doentes mentais.
A prática da eutanásia na Alemanha Nazi, após a I Guerra Mundial, inspira-se nessas teorias, visando a eliminação das «Vidas não dignas de ser vividas».
Há que registar os antecedentes de eugenia que levaram aos extremos conhecidos que hoje, apesar de menos patentes, são reais: os desvios das leis do Benelux, com o alargamento do perfil das candidaturas, patologias, idades, aí estão a comprová-lo.
O tema da eutanásia, ou do suicídio assistido, é uma matéria muito sensível e controversa, que exige grande ponderação, capacidade de ouvir e de integrar, nomeadamente, as diversas opiniões dos especialistas e a experiência dos profissionais que directa ou indirectamente são chamados a intervir no processo de morrer de uma pessoa com doença incurável, ou em final de vida.
Estamos perante um tema de reforçada complexidade. Que abrange áreas como a antropologia, a filosofia, a ética, a medicina, o direito, a psicologia, num determinado contexto sociocultural.
Para o PCP, a dignidade da vida humana não se expressa na decisão de morrer, até porque a ciência já hoje permite avanços que permitem diminuir ou eliminar a dor e o sofrimento.
Nos termos da Constituição da República Portuguesa não se apura nenhum artigo onde possa caber qualquer condição que indique a possibilidade de uma situação de menor dignidade objectiva da pessoa. Aliás, está bem expresso que a República Portuguesa está baseada no princípio da dignidade humana (no artigo 1.º), pressupondo a universalidade e igualdade de todos os cidadãos na dignidade.
Princípio da igualdade
O princípio da igualdade implica que todos os cidadãos têm a mesma dignidade social. E por isso não se pode abrir espaço para uma interpretação de que uma pessoa com «doença fatal e incurável, em grande sofrimento», seria afectada por tal circunstância extrema na sua dignidade. E que tal «questão de dignidade» seja causa para criar uma lei que confira à pessoa o direito à morte, executada com base numa lei da República. Direito novo, a criar por lei geral, sem atender ao disposto no artigo 24.º (inviolabilidade do direito à vida), no artigo 25.º (inviolabilidade da integridade física e moral) da Constituição da República Portuguesa e nos preceitos da Declaração dos Direitos do Homem que se deve respeitar.
Para o PCP, a humanização dos cuidados assistenciais no termo da vida, e a diminuição ou eliminação do sofrimento, constitui uma parte substantiva das incumbências dos serviços de saúde, e está contida nas próprias finalidades deontológicas da medicina. A reparação de sérias insuficiências de Portugal nesse domínio, é um objectivo importante que carece do reforço de meios materiais e humanos no âmbito do Serviço Nacional de Saúde. Falta muito para se cumprir o dever público de garantir uma assistência condigna às pessoas no termo da existência, diminuir ou eliminar o sofrimento por meios médicos e de cuidados assistenciais gerais, em condições de igualdade, sem discriminações. A medicina tem hoje recursos eficazes para tratar a dor e diminuir ou eliminar o sofrimento, para suavizar a morte.
Os cuidados paliativos, cuja Lei 52/2012 considera na sua Base IV que «A afirmação da vida e do valor intrínseco de cada pessoa, considerando a morte como processo natural que não deve ser prolongado através da obstinação terapêutica», inscrevem-se nestas finalidades e devem ser implementados e desenvolvidos no âmbito do serviço público, atribuindo-lhes mais meios para que a vida da pessoa doente no seu findar tenha a qualidade assistencial e o apoio que diminua ou elimine o sofrer físico e psíquico.
Sem fracturas desnecessárias, com o maior respeito por opiniões diferentes, o PCP considera uma prioridade nacional um investimento sério nos cuidados paliativos, providos dos recursos técnicos e humanos necessários ao desempenho da sua missão. A melhoria da qualidade dos cuidados paliativos e da sua acessibilidade é a prioridade que, ao ser assegurada a todos, irá concorrer para reduzir significativamente o número das pessoas que exprimem o desejo de morte executada a pedido por receio do sofrimento no termo da vida.
Um problema de ordem social
No plano legislativo já existe hoje em Portugal um instrumento (Registo Nacional de Testamento Vital) que permite, dentro de limites determinados, a um indivíduo de maior idade e capaz, que não se encontre incapacitado por anomalia psíquica, no âmbito das Directivas Antecipadas de Vontade, manifestar antecipadamente de forma autónoma a sua vontade, livre e esclarecida, no que concerne aos cuidados de saúde que deseja receber, ou não deseja receber, no caso de vir a encontrar-se incapaz de expressar autonomamente a sua vontade pessoal.
Sendo o período de eficácia dessa manifestação antecipada de vontade renovável de cinco em cinco anos, permite à pessoa alterar ou renovar essa sua vontade. Deste modo serão respeitados os direitos, quer do requerente, quer do médico, e de outros profissionais de saúde. Fica também admitido o erro de prognóstico, possível apesar dos avanços das ciências biomédicas. Pelo contrário a rápida consumação da morte pelo procedimento da eutanásia torna qualquer rectificação impossível.
A institucionalização da morte a pedido pode limitar as condições para o Estado promover, no domínio da saúde mental, a luta contra o suicídio, pois a lei passaria a permitir suicídios ajudados ou executados por serviços autorizados. Por outro lado, o subjectivismo inerente à validação da opção do doente para uma morte sancionada por lei pode, pela banalização de uma prática legitimada, passar de critérios restritos para uma ampliação de motivos e situações clínicas aceites para a consumação da morte intencional. Trata-se de um problema que, mais do que individual, é de ordem social, nomeadamente, a partir do momento em que se coloca a aprovação de uma lei a permitir estas práticas,
O reconhecimento da autonomia e da vontade da pessoa do doente tem lugar no consentimento informado, no direito de suspender terapêuticas ou de não as iniciar e na concretização das directivas antecipadas de vontade.
A questão não é a de manter artificialmente a vida, mas a de não precipitar a antecipação da morte.
Na opinião do PCP a aprovação de legislação que permita a provocação da morte antecipada, não é uma necessidade social ou assistencial. A discussão suscitada publicamente na base de uma petição e da apresentação de projectos de lei para «despenalização» não resulta assim da reivindicação de direitos e necessidades para as pessoas gravemente doentes, no termo da vida e com intenso sofrimento, mas tem como principal sustentáculo um movimento de opinião com forte apoio mediático, visando consagrar o direito à morte na forma de eutanásia como pretensamente mais digna.
Situação noutros países
Ao contrário do que por vezes se pretende fazer crer, não há nenhuma tendência internacional no sentido da legalização da eutanásia. Os países que adoptaram legislação nesse sentido continuam a ser casos isolados, e os efeitos dessa legislação têm vindo a causar sérias apreensões, tendo em conta que o número de «mortes assistidas» cresceu muito para além do que era suposto e previsível.
Por exemplo, na Holanda, depois de um processo de discussão judicial que se iniciou em 1973, com início da despenalização na década de 80, acabou por instituir em formato de lei a eutanásia e o suicídio assistido em 2001. É o país que mais a pratica, sendo uma percentagem significativa das causas de morte de cerca de 4,5%. A legalização da eutanásia levou a frequentes abusos e práticas fora dos ditames da lei cujo cumprimento é difícil de controlar. Neste país regista-se o facto de muitos idosos (naturalmente os de maiores rendimentos), se deslocarem para lares na Alemanha, temerosos de que a própria família autorize a antecipação da sua morte, criando a situação de apenas aqueles que têm condições económicas para isso se poderem livrar do risco da provocação da morte antecipada.
Um outro país, a Bélgica, seguiu o modelo da Holanda. A prática é seguida com menos frequência, sendo de assinalar que 80% das pessoas eutanasiadas são da Flandres e 20% da Valónia em desproporção com o rácio da população (evidência do significado de factores socioculturais) Cerca de 2000 em 2015. Neste país pratica-se a eutanásia em crianças e em doentes psiquiátricos, questão alarmante no processo.
Na Suíça, a prática do suicídio assistido é feita desde há umas décadas, pois não existe penalização desse procedimento no código penal. No entanto não há uma lei que defina os procedimentos. Uma associação privada com fins lucrativos presta este tipo de serviço. É o doente que tem a responsabilidade de administrar a si próprio o produto letal.
Nos EUA, a lei do Suicídio assistido inicia-se em 1997 no Estado do Oregon. Actualmente abrange o estado de Washington (2007), Vermont (2015), Washington DC, Califórnia e Colorado. A eutanásia não é permitida. As restrições estabelecidas por lei, segundo vários testemunhos, são muitas vezes ignoradas.
Noutros países as disputas sobre leis deste tipo têm sofrido grandes revezes. Por exemplo, na Inglaterra tenta-se uma lei da eutanásia desde 1935. Verificou-se sucessivas derrotas em processos de discussão nos últimos anos. A opção para situações de grande sofrimento tem sido a sedação paliativa.
Na Alemanha, tendo em memória os crimes do regime nazi, a palavra «eutanásia» está proscrita. E não é aceite legalmente o suicídio assistido.
A França é um dos países que tem vivido mais acesas discussões sobre as medidas para o fim da vida. A lei de 22 de Abril de 2005, dita dos direitos dos doentes no fim da vida, é que teve o consenso no parlamento. É uma lei de cuidados paliativos que estipula as regras de prevenção da «obstinação terapêutica» (distanásia) e estipula os procedimentos para atenuar eficazmente o sofrimento.
A generalidade dos países da Europa não tem leis de eutanásia ou do suicídios assistido. Na Ásia não há qualquer legislação deste tipo.

Não desistir da vida, lutar por condições de vida dignas
O PCP afirma a sua oposição a legislação que institucionalize a provocação da morte antecipada, seja qual for a forma que assuma – a pedido sob a forma de suicídio assistido ou de eutanásia – , bem como as propostas de referendo sobre a matéria. Estamos perante uma matéria muito complexa, relativamente à qual o conjunto de elementos que lhe estão associados não podem ser objecto de uma pergunta sim ou não. A Assembleia da República tem todas as condições políticas e institucionais para decidir sobre esta matéria.
O PCP continuará a lutar para a concretização no plano político e legislativo de medidas que respondam às necessidades plenas dos utentes do Serviço Nacional de Saúde, nomeadamente no reforço de investimento sério nos cuidados paliativos, incluindo domiciliários; na garantia do direito de cada um à recusa de submeter-se a determinados tratamentos; na garantia de a prática médica não prolongar artificialmente a vida; no desenvolvimento, aperfeiçoamento e direito de acesso de todos à utilização dos recursos que a ciência pode disponibilizar, de forma a garantir a cada um, até ao limite da vida, a dignidade devida a cada ser humano.
É esta a concepção de vida profundamente humanista que o PCP defende e o seu projecto político de progresso social corporiza. Uma concepção que não desiste da vida, que luta por condições de vida dignas para todos e exige políticas que as assegurem desde logo pelas condições materiais necessárias na vida, no trabalho e na sociedade.
Perante os problemas do sofrimento humano, da doença, da deficiência ou da incapacidade, a solução não é a de desresponsabilizar a sociedade promovendo a morte antecipada das pessoas nessas circunstâncias mas sim a do progresso social no sentido de assegurar condições para uma vida digna, mobilizando todos os meios e capacidades sociais, a ciência, a tecnologia para debelar o sofrimento e a doença e assegurar a inclusão social e o apoio familiar.
A preservação da vida humana, e não a desistência da vida, é património que integra o humanismo real – e não proclamatório – que o PCP assume nos princípios e na luta.

miércoles, 18 de julio de 2018

12 perguntas sobre a provocação da morte antecipada

A Eutanásia é uma questão da estrita esfera da liberdade individual?

Cada um é livre de decidir sobre o destino da sua vida mas isso é diferente de inscrever esse direito como valor geral, força legal e acção do Estado.
Introduzir a possibilidade legal da provocação da morte antecipada não é do estrito domínio das opções ou considerações individuais de cada um, perante as circunstâncias da sua própria morte. Trata-se de uma opção política que transporta a questão para o plano da sociedade, da sua organização e de valores colectivos.

A Eutanásia é um sinal de progresso e modernidade?

Numa sociedade em que o valor e da dignidade da vida humana surgem relativizados em função de critérios de utilidade, de interesses económicos, de responsabilidades e encargos familiares ou de gastos públicos, a eutanásia acrescentaria uma nova dimensão de problemas.
São conhecidas múltiplas expressões de concepções economicistas associadas à sustentabilidade do Serviço Nacional de Saúde e da Segurança Social (basta lembrar a tese de um deputado do PSD sobre a "peste grisalha" associando-a ao envelhecimento crescente da população).
A história conheceu situações de prática da eutanásia sob o pretexto de que "há vidas não dignas de ser vividas".
A preservação e dignificação da vida em vida são os valores que correspondem a uma concepção progressista e humanista.

A dor e o sofrimento físico ou psicológico não são razão bastante para legalizar a eutanásia?

O respeito devido à relação de cada um, directa ou indirecta, perante o sofrimento, não deve ser razão para consagrar na Lei a provocação da morte antecipada. A ciência já hoje dispõe de recursos e conhecimentos para diminuir ou eliminar a dor. O que se impõe é que eles sejam acessíveis e garantidos a todos independentemente da sua condição económica. O que exige que, em alternativa à antecipação da morte, se invista no Serviço Nacional de Saúde designadamente no plano dos cuidados paliativos, incluindo os domiciliários, e nas estruturas de apoio às famílias. A opção não está em precipitar a morte, mas sim assegurar a máxima assistência possível na vida.

Mas não será um direito de cada um a decidir sobre o seu futuro quanto a cuidados médicos que pretenda ter ou dispensar?

Esse direito já está assegurado: no plano jurídico, com o testamento vital, que tem uma validade de 5 anos, salvaguardando assim alterações de opinião, erros de diagnóstico ou mesmo avanços científicos que se verifiquem; no plano da sua decisão individual pelo direito de não se submeter a qualquer tratamento contra a sua vontade.

A consagração em Lei visaria assegurar aos mais pobres o direito a morrer "sem sofrimento" dado que os ricos podem ter acesso à eutanásia no estrangeiro?

O acesso a cuidados que permitam diminuir ou eliminar a dor física ou psicológica não é igual para todos. São exactamente aqueles que têm mais recursos financeiros que podem mais facilmente ter acesso a cuidados paliativos, amplos recursos e avanços médicos e a uma estrutura de apoio. A prioridade de uma sociedade democrática e de progresso deve ser garantir o acesso universal a estes cuidados.
Experiências noutros países demonstram que a legalização da eutanásia tem exposto os mais pobres à pressão directa e indirecta para precipitar a morte.
Os relatos vindos da Holanda, onde a morte antecipada está instituída na lei, dão conta de idosos com maiores rendimentos que emigram para as zonas de fronteira com a Alemanha para evitarem a possibilidade de serem eutanasiados.

É justo prolongar a vida de alguém de forma indefinida e artificial?

A prática médica e os critérios deontológicos, tendo como objectivo primeiro salvar a vida, afastam simultaneamente o prolongamento artificial da vida. Há uma diferença substancial entre não manter artificialmente a vida ou antecipar deliberadamente a morte.

Não se trata como na Interrupção Voluntária da Gravidez (IVG) de cada um ter soberania sobre o seu corpo e dele fazer o que quiser?

A discussão relativa à despenalização da IVG foi feita perante um grave problema social que era o de haver mulheres sujeitas a fazer IVG sem quaisquer condições de saúde ou acompanhamento médico, sujeitas a graves problemas de saúde ou até a morrerem, sujeitas a julgamentos e até condenações por interromperem voluntariamente uma gravidez indesejada. Nada próximo disso está em causa nesta discussão.

Não é possível conceber uma Lei que defenda as pessoas de pressões e apenas permita a eutanásia em situações irreversíveis?

Experiências em países em que a eutanásia é legal mostram uma tendência de alargamento de critérios inquietante, designadamente a crianças, e a patologias do foro mental como a depressão crónica.

A Eutanásia significa um avanço ou retrocesso civilizacional?

Quando os desenvolvimentos da ciência permitem aumentar a esperança média de vida e facultam a expectativa de uma vida com dignidade, se a eles todos tiverem acesso, é um contra-senso que se inscreva como objectivo antecipar a morte. Em oposição aos que inscrevem como objectivo futuro a "morte digna", o PCP inscreve no horizonte da sua intervenção o direito a uma vida digna em que faça sentido vivê-la e não interrompê-la.

Estando de acordo com os argumentos do PCP, onde fica o meu direito individual a decidir?

Uma sociedade assente exclusivamente em direitos individuais é uma sociedade deslaçada, em que os mais frágeis estão mais vulneráveis. Uma sociedade de progresso pressupõe uma concepção de vida colectiva, pressupõe um Estado que não é neutro, que não abandona cada um à sua sorte.

Os cuidados paliativos são ou não decisivos na diminuição ou eliminação do sofrimento?

Os cuidados paliativos garantem a diminuição ou eliminação do sofrimento às pessoas com doença incurável ou em final de vida, assegurando-lhes melhor qualidade de vida.
Uma boa rede de cuidados paliativos irá concorrer para reduzir o número das pessoas que, face ao sofrimento, exprimem o desejo da morte executada a pedido.

É verdade que a eutanásia é uma prática cada vez mais generalizada a nível internacional?

São muito poucos os países onde o suicídio assistido ou a eutanásia foi vertida em lei.
Na generalidade dos países europeus não há legislação sobre esta matéria, são apenas conhecidos 3 casos (Holanda, Bélgica e Suíça) que adoptaram estas práticas. Noutros países onde a discussão foi realizada o resultado foi de não aceitação da despenalização. No caso da França a discussão concluiu pelo reforço dos cuidados paliativos.
Na Ásia não existe conhecimento de legislação adoptada e no continente Americano apenas em 5 estados dos EUA, no Canadá e na Colômbia.