"Ás catro da mañá, nunca se sabe se é demasiado tarde, ou demasiado cedo". Woody Allen







lunes, 18 de marzo de 2013

La zorra y el AK-47


 Ediciones Alfar

“Cuando el lobo tiene hambre salta la valla” dice el refrán. De ese mismo modo, un indeterminado 31 de junio, la miseria endémica que asola el continente africano toma al asalto la frontera de Melilla que la separa de la opulencia europea y hace saltar por los aires nuestro idílico mundo de urracas acaparadoras de innecesarios objetos materiales. Una gran cifra, cercana al infinito, de gentes del color de la tierra invade los campos y las ciudades españolas buscando algo que llevarse a la boca. Son ayudados por miles de españoles que luchan por el derecho de todo ser humano a un pedazo de pan y enfrentados por un número parejo que defiende que quien quiera pan que lo pague. La Guerra del Hambre ha empezado. Teresa de Jesús era hasta aquel entonces una corresponsal de guerra curtida en mil batallas a lo ancho del planeta, pero esta vez tendrá que vivir su conflicto más terrible, porque esta vez tiene lugar en casa. Este vez es ella uno de los infelices protagonistas que se encuentra en el lado equivocado de la cámara.
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Bárbara Patricia Palmero, Prado de Campos (Zamora), 1973. Licenciada en xornalismo Despois de traballar en diferentes oficios, na actualidade dedícase á gandeiría en réxime extensivo. La zorra y el AK-47 é a súa primera novela publicada. A segunda parte da mesma, Cambio Rolex por mira de visión nocturna atópase en proceso de preparación.

Conta Bárbara no seu blog a seguinte fábula:


la fábula de la zorra y el AK-47

Caminaba la zorra sin rumbo fijo salvo el que le marcaba la pulsión del ruido de sus tripas, cruzó valles y subió montañas, atravesó campos y se acercó a pueblos, ciudades, metrópolis y en uno de sus vagabundeos vio a lo lejos algo que llamó poderosamente su atención. El enajenador brillo de un Ak-47 nuevecito de fabricación china desmadejado sobre el suelo ejerció su función de cebo y la zorra por muy raposa no pudo sino sucumbir a su poderoso embrujo. Lo olfateó desconfiada, lo rodeó sin atreverse a tocarlo hasta asegurarse de que no era otro tipo desconocido de cepo humano, rindió sus últimas defensas. El Ak-47 soberbio y poderoso se cobró una nueva víctima.Y la zorra como antaño le sucediera a su hermana con la hermosa máscara de teatro sintió ineludibles deseos de gritarle al mundo o, quanta specie cerebrum non habet pero el único sonido que emitieron sus fauces fue: Pan para todos! La moraleja, según tú quieras.

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