El héroe
Por Pilar Rahola - La Vanguardia - 05.07.2013
Esa vergüenza negra, que impide cualquier atisbo de ironía. Esa
palabra sorprendida que se resiste a aceptar los hechos. Esa rabia
contenida que lucha por desbocarse, más allá de las buenas formas. Y con
todo, esa tristeza solemne, que ahonda en lo más profundo de la memoria
trágica. Hay noticias que son un largo día de sombras, un invierno que
no acaba, el grito de un niño asustado. Hay noticias que son un bofetón
en la cara del dolor y, cuando surgen, se siente un asco profundo al
comentarlas. Quizás habrá quien, al leer estas palabras, considere que
no hay para tanto. Total se trata de una simple respuesta del Gobierno a
una pregunta parlamentaria. Total, con la crisis y el paro y el lío
monumental de la España eterna, ¿a quién le puede preocupar el pasado?
Pero cuando el Gobierno de un Estado democrático responde, con
indolente tranquilidad, que el calificativo de “héroe” para Franco se
debe mantener por cuestiones “historiográficas”, alguien asesina a la
poesía. Y entonces la prosa se escribe con tinta negra.
La noticia es breve. El diputado Jon Iñarritu, de Amaiur, planteó una
batería de preguntas sobre las loas a Franco en el Museo Militar de
Toledo. En los paneles de la galería, de titularidad pública, aparecen
expresiones del estilo “máscara mortuoria del Generalísimo D. Francisco
Franco Bahamonde”, junto al símbolo de la Laureada de San Fernando con
el lema “Héroes de España”. “¿Considera el Gobierno español que Franco
es un héroe de España?”, pregunta el diputado, y la respuesta es un
homenaje a la desvergüenza: “Los paneles informativos de los museos
públicos se realizan con criterios museográficos e historiográficos”. Es
decir que, según los criterios “historiográficos” del PP, Franco fue un
héroe de España, y punto pelota.
Por supuesto sobra recordar el escándalo que se produciría si esto
pasara en Francia o en Alemania o en cualquier país que tiene respeto
por las víctimas de los tiranos. Pero en la España en la que las
delegadas del Gobierno hacen homenajes a los voluntarios que lucharon
con Hitler, o donde el Ejecutivo dice que “no hay presupuesto” para
retirar 400 estatuas y placas en honor al dictador, la vergüenza se ha
ido por el retrete. Lo peor es la sensación de volver a matar a las
víctimas. Esas miles de personas arrancadas de sus casas y tiroteadas en
las cunetas, esos Campos de la Bota donde diariamente cantaba la
muerte, esos presos que morían de madrugada, esas penas de muerte que
recorrieron cuarenta años de dictadura, ese Companys asesinado.
Franco no fue un abuelo Cebolleta, un poco autoritario. Fue un
asesino que usó el poder y la victoria para encarcelar, perseguir y
matar a los vencidos. Y ese horror no se perpetró en guerra, sino en la
paz de los cementerios que impuso. Con total odio e impunidad.
Considerarle un héroe en democracia es una maldad oscura que retrata a
quienes lo hacen.
1 comentario:
Patetico que ó goberno non condene ,como se nota que sóamente levamos trinta anos de democracia desta "republica bananera" ainda é cedo para que se condenen e eliminen de unha vez por todas (tanto das ruas como das cabezas de moitos) eses monumentos que enxalzan o fascismo e faltan o respeito das victimas.
Atinadisima Pilar.
Saudos Pedro
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