Publicado en Faro de Vigo o 2 de decembro de 1970. Posteriormente
foi recollido na escolma preparada por César Antonio Molina “Los otros caminos
de Álvaro Cunqueiro", (Tusquets 2004, páxinas 119-120).
El Instituto Arias Montano, del CSIC, ha publicado las actas del primer
simposio de estudios sefardíes, celebrado en Madrid en junio de 1964. Una de
las comunicaciones discutidas en dicho simposio fue la presentada por el
sefardí Sr. Uziel sobrecaracterísticas del ladino, y su folklore. En la
discusión surgió la g salonicense, es decir, la geada de aquellos judíos, que
dicen jato por gato. El Sr. Molho –otro sefardí, cuyo apellido nos declara
claramente su procedencia portuguesa–, explicó que la investigación sobre la
geada en juderías como la de Salónica podía ser muy importante para conocer
cuál es el origen de muchos sefardíes establecidos en Salónica, y como el dice
en su parla, «en sus alderredores». El Sr. Uziel. aportando alguna explicación
a la geada de Salónica, dijo:
- La provenencia puede ser de Galicia. En Salónica, ande se usa la gheada,
hubo, parece, un grande contingente galiciano, gallego; porque había en
Salónica un cortijo que lo llamábamos «a los jallejos», y una expresión muy
corriente era: «somos jallejos y no nos entendemos»- El elemento gallego en
Salónica puede ser el que influenció con la gheada.
A lo que el Sr. Molho contestó, precisando y negando:
A lo que el Sr. Molho contestó, precisando y negando:
- Los gallegos en Salónica eran poco numerosos. Tenían un patio, un barrio
particular, pero eran pocos. La prueba es que ellos no fundaron una sinagoga
«Gallegos», como si había una sinagoga «Catalán» y «Aragón». Como los gallegos
eran ignorantes y no tenían dirigentes -eran muy ignorantes porque eran
todos hombres «de pena», aguadores, etc.-, no pudieron fundar una quehilá*, y
por eso se afiliaron a los aragoneses. Eran pocos e ignorantes.
A mi no me sorprende, naturamente, que haya sefarditas de origen gallego en Salónica, judíos de Ribadavia, de Monforte, de Lugo, de Ourense; de esta ciudad, los descendientes de aquellos cuyos nombres conocemos por los documentos publicados por Ferro Couselo en “A vida e a fala dos devanceiros”: Judá Péres, Abrahán de Allaris, Salomón Castelao, don Ouro, Samuel Ciano, doña Judía, o de aquella otra. también innominada -acaso doña Sol, doña Noche, doña Sorprendida, doña Agua...-, «e a judía de Monterrey». O algún pariente de aquel desdichado« o xudío, o rubio e capado»... Lo que si me sorprende es que aquellos paisanos nuestros -me exijo a mí mismo llamarles así- hayan conservado, para soltárselo mutuamente en horas de discordia, o escucharlo como burla en otras bocas, aquel decir de Payo Gómez de Barbeita cuando iban los gallegos a la campaña de Antequera, que mandó el infante don Fernando, el que luego fue a reinar a Aragón en virtud del Compromiso de Caspe; digo que iban los gallegos, y pasada Sanabria se pusieron a discutir airadamente los señores capitanes, Andrade, Ulloa, Moscoso, que los tres querían para sí el mando, y Payo Gómez de Barbeita, iniciando la vuelta a casa, exclamó en voz alta:
-¡Somos galegos e nónos entendemos!
La «gente de pena» de Salónica repetía el decir del fidalgo nuestro,
viviendo la miseria de su pequeño barrio, y saludando respetuosamente a la
puerta de la sinagoga de Aragón a aquellos ricos señores emparentados con los
de la Espina, los Enríquez, los Santángelo, los de Caballería, que eran como
príncipes allá en Zaragoza... Tan pobres eran los nuestros, que tendrá razón el
Sr. Molho, que ni siquiera pudieron llevar a Salónica la gheada. Vendían, eso
si, cantando, agua de las fuentes.
*Quehilá:
comunidad, sinagoga (Nota de Álvaro Cunqueiro).
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