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sábado, 19 de abril de 2014

Gallegos en Salónica. Por álvaro Cunqueiro


Publicado en Faro de Vigo o 2 de decembro de 1970. Posteriormente foi recollido na escolma preparada por César Antonio Molina “Los otros caminos de Álvaro Cunqueiro", (Tusquets  2004, páxinas 119-120).  

El Instituto Arias Montano, del CSIC, ha publicado las actas del primer simposio de estudios sefardíes, celebrado en Madrid en junio de 1964. Una de las comunicaciones discutidas en dicho simposio fue la presentada por el sefardí Sr. Uziel sobrecaracterísticas del ladino, y su folklore. En la discusión surgió la g salonicense, es decir, la geada de aquellos judíos, que dicen jato por gato. El Sr. Molho –otro sefardí, cuyo apellido nos declara claramente su procedencia portuguesa–, explicó que la investigación sobre la geada en juderías como la de Salónica podía ser muy importante para conocer cuál es el origen de muchos sefardíes establecidos en Salónica, y como el dice en su parla, «en sus alderredores». El Sr. Uziel. aportando alguna explicación a la geada de Salónica, dijo:
- La provenencia puede ser de Galicia. En Salónica, ande se usa la gheada, hubo, parece, un grande contingente galiciano, gallego; porque había en Salónica un cortijo que lo llamábamos «a los jallejos», y una expresión muy corriente era: «somos jallejos y no nos entendemos»- El elemento gallego en Salónica puede ser el que influenció con la gheada.
A lo que el Sr. Molho contestó, precisando y negando:
- Los gallegos en Salónica eran poco numerosos. Tenían un patio, un barrio particular, pero eran pocos. La prueba es que ellos no fundaron una sinagoga «Gallegos», como si había una sinagoga «Catalán» y «Aragón». Como los gallegos eran ignorantes y no tenían dirigentes -eran muy ignorantes porque eran todos hombres «de pena», aguadores, etc.-, no pudieron fundar una quehilá*, y por eso se afiliaron a los aragoneses. Eran pocos e ignorantes.

A mi no me sorprende, naturamente, que haya sefarditas de origen gallego en Salónica, judíos de Ribadavia, de Monforte, de Lugo, de Ourense; de esta ciudad, los descendientes de aquellos cuyos nombres conocemos por los documentos publicados por Ferro Couselo en “A vida e a fala dos devanceiros”: Judá Péres, Abrahán de Allaris, Salomón Castelao, don Ouro, Samuel Ciano, doña Judía, o de aquella otra. también innominada -acaso doña Sol, doña Noche, doña Sorprendida, doña Agua...-, «e a judía de Monterrey». O algún pariente de aquel desdichado« o xudío, o rubio e capado»... Lo que si me sorprende es que aquellos paisanos nuestros -me exijo a mí mismo llamarles así- hayan conservado,  para soltárselo mutuamente en horas de discordia, o escucharlo como burla en otras bocas, aquel decir de Payo Gómez de Barbeita cuando iban los gallegos a la campaña de Antequera, que mandó el infante don Fernando, el que luego fue a reinar a Aragón en virtud del Compromiso de Caspe; digo que iban los gallegos, y pasada Sanabria se pusieron a discutir airadamente los señores capitanes, Andrade, Ulloa, Moscoso, que los tres querían para sí el mando, y Payo Gómez de Barbeita, iniciando la vuelta a casa, exclamó en voz alta:
-¡Somos galegos e nónos entendemos!
La «gente de pena» de Salónica repetía el decir del fidalgo nuestro, viviendo la miseria de su pequeño barrio, y saludando respetuosamente a la puerta de la sinagoga de Aragón a aquellos ricos señores emparentados con los de la Espina, los Enríquez, los Santángelo, los de Caballería, que eran como príncipes allá en Zaragoza... Tan pobres eran los nuestros, que tendrá razón el Sr. Molho, que ni siquiera pudieron llevar a Salónica la gheada. Vendían, eso si, cantando, agua de las fuentes.


*Quehilá: comunidad, sinagoga (Nota de Álvaro Cunqueiro).

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