China, entre a tradición e a modernidade
"Ás catro da mañá, nunca se sabe se é demasiado tarde, ou demasiado cedo". Woody Allen
jueves, 28 de abril de 2016
martes, 26 de abril de 2016
El antisemitismo esta creciendo: debemos hacerle frente por lo que de verdad es. Por Owen Jones
Por Owen
Jones
17/08/2014
El
antisemitismo es una amenaza. El odio al pueblo judío ha persistido
dos milenios en las sociedades europeas y se manifiesta en libelos de
sangre, persecuciones, expulsiones, pogromos y masacres. En varios
momentos de la historia ha sido promovido con fuerza por las élites
y absorbido por grandes franjas de la población. Todavía viven
entre nosotros sobrevivientes del Holocausto, el único intento de
exterminar a todo un pueblo por de forma sistemática e
industrializada. Esta atrocidad sin igual, sin duda movilizó a la
opinión pública contra el antisemitismo, despojándolo del estatus
respetable del que había disfrutado durante mucho tiempo en muchos
países europeos, pero eso no quiere decir que haya desaparecido.
Como se permitió durante tiempo que circulará por las venas de la
sociedad europea, incluso el horror absoluto de la Shoah nunca ha
sido capaz de borrarlo por completo. Lejos de estar en retroceso, la
evidencia sugiere que el odio anti-judío está aumentando de nuevo.
Escribo
esto porque el antisemitismo debe ser tomado muy en serio. Los
intentos de restarle importancia son peligrosos, porque permite que
el tumor se propague sin control. Pero el asalto israelí contra Gaza
ha puesto de relieve otro peligro también. A menudo se ha debatido
si se utiliza la acusación de antisemitismo contra todos aquellos
que soportan la justa causa palestina o critican las acciones del
estado de Israel. La principal objeción es que esa táctica
representa un intento de silenciar a quienes critican la ocupación
israelí. Sin embargo, hay consecuencias potenciales más peligrosas:
entre ellas, y no es la menos importante, que se pierde el
significado de que es el antisemitismo, que sea aún más difícil de
identificar y de acabar con el odio contra el pueblo judío,
especialmente en un momento en el que crece.
En
su mayor parte, el sentimiento pro-palestino surge de un sentido de
solidaridad con un pueblo oprimido sometidos a la ocupación,
asediado y atacado militarmente de manera brutal. La respuesta de
muchos partidarios del ataque de Israel contra Gaza ha sido
instructiva. En un mundo donde hay tanta injusticia y de rramamiento
de sangre, dicen, ¿por qué no se manifiestan contra los asesinos
sectarios del Estado Islámico (EI) o Boko Haram? Es lo que se conoce
como la excusa de "las dos varas de medir": el intento de
desviar la atención sobre una injusticia alegando el sufrimiento de
terceros. Algunos defensores de los gobiernos de Israel creen que la
supuesto atención especial en el conflicto israelí-palestino es en
sí misma una evidencia de antisemitismo. Pero las atrocidades de
Israel atraen esta atención porque su estado está armado hasta los
dientes y cuenta con el respaldo de los gobiernos occidentales,
haciéndolos cómplices directos; IS y Boko Haram, en cambio,
tropiezan (con razón)con la oposición de nuestros gobernantes. Las
manifestaciones y protestas son en general un medio para ejercer
influencia sobre gobiernos supuestamente democráticos que tienen que
rendir cuentas.Lo que no quiere decir que la monstruosidad del
antisemitismo haya estado ausente de la reacción contra las acciones
de Israel. El mes pasado, una sinagoga y varios negocios judíos
fueron atacados en el suburbio parisino de Sarcelles. He encontrado
declaraciones y posiciones que confunden pueblo judío y gobierno
israelí, que es lo mismo que hacen algunos sionistas acérrimos, y
cuyas implicaciones no son menos antisemitas. Ha habido amenazas y
agresiones contra judíos en varios países europeos. Un caso
siniestro de pedantería que sigue reapareciendo de vez en cuando es
la afirmación de que el término "antisemitismo" es en sí
misma falso, porque los árabes son semitas también. como si el
término "antisemitismo" no significara popularmente odio
contra los judíos desde finales del siglo XIX. Se trata de un
intento poco sincero de hacer imposible identificar este odio
anti-judío mediante juegos de palabras. Una réplica habitual es que
Israel es por sí mismo la fuente del antisemitismo; que su
brutalidad contra el pueblo palestino alienta el odio contra el
pueblo judío.
Esto es un disparate, como la racionalización de los
prejuicios contra los musulmanes como la consecuencia inevitable del
terror fundamentalista islámico: al final resulta que la
responsabilidad del prejuicio acaba recayendo en los prejuiciados. La
mayoría de nosotros somos muy capaces de oponernos a la brutalidad
sin convertirnos en fanáticos. El racismo tiene que ser eliminado,
no excusado. Para derrotar todas las formas de antisemitismo -
incluidas las que se disfrazan de solidaridad con los palestinos
oprimidos - tenemos que ser capaces de identificarlo. Y resulta
imposible cuando se abusa del sentido mismo de la palabra hasta que
pierde su significado. Tomemos el ejemplo de Douglas Murray, un
escritor con una particular obsesión con el Islam. Su condenable
descripción de una manifestación de solidaridad en Londres con
Palestina el mes pasado fue: "miles de antisemitas consiguen
paralizar el centro de Londres". No se trata de una simple
calumnia imperdonable contra manifestantes pacifistas - entre los que
había también judíos - que simplemente se oponen a la complicidad
de su gobierno en la masacre de niños. Esto hace que sea mucho más
difícil identificar el verdadero antisemitismo. Lo mismo ocurre en
el Daily Telegraph con Brendan O'Neill, quien ha acusado
recientemente a la izquierda de estar convirtiéndose en antisemita.
Curiosamente, entre las pruebas que aportaba una era las críticas de
la izquierda a la desproporcionada influencia del imperio Murdoch:
irónico, dado que el no-judío Rupert Murdoch recurrió una vez al
clásico estereotipo antisemita cuando twitteó: "¿Por qué la
prensa de propiedad judía es tan consistentemente anti-israelí en
cada crisis? "
Hay
realmente un montón de antisemitismo al que debemos hacer frente.
Ahí esta Grecia, donde el partido neonazi Amanecer Dorado ha crecido
entre las ruinas de su economía. En mayo, el 16% de los votantes
atenienses votaron al candidato a la alcaldía de Amanecer Dorado.
Según un estudio reciente (1), el 69% de los griegos tiene ideas
antisemitas; en Polonia - a pesar de hacer sido uno de los países
que sufrió más los horrores del nazismo- es el 48% y en España el
53%. En Hungría el partido antisemita Jobbik obtuvo el 20% de los
votos en las elecciones legislativas de abril. Como la mayoría de la
extrema derecha de Europa, el Frente Nacional francés centra su
bilis contra los musulmanes, pero las raíces antisemitas del partido
son profundas y hace unos meses fue uno de los partidos más votados
en las elecciones al Parlamento Europeo. El odio contra los judíos
es un peligro claro y actual Los temas antisemitas siguen estando ahí
de forma constante, por muy deprimente que sea: que si los judíos
son extranjeros, que si carecen de lealtad a sus países, que si
actúan como parásitos, que si tienen una influencia
desproporcionada. A veces, ese odio es evidente, otras veces más
sutil y pernicioso. Se necesita para derrotarlo la coalición más
amplia posible. El antisemitismo está tan asumido - ya desde la
época romana - que combatirlo requiere una especial determinación.
Lo que no quiere decir que sea estructuralmente inseparable del
pensamiento europeo: puede y debe ser eliminado. Pero para ello es
necesario evitar que su auténtico significado sea utilizado
abusivamente como una excusa. No se trata solo de defender a quienes
se solidarizan con la causa palestina de la calumnia y la difamación,
sino de evitar que seacaba devaluando la gravedad del propio
antisemitismo, haciendo que sea más difícil hacerle frente donde
quiera que emerja. No se trata de un asunto baladí. La seguridad
futura de los judíos de Europa depende de ello.
-
lunes, 25 de abril de 2016
Led Zeppelin, sexo e rock and roll
Na imaxe, Led Zeppelin durante un espectáculo de sexo en vivo en Estocolmo horas despois de recibir catro discos de ouro. Era o ano 1973.
sábado, 23 de abril de 2016
Un galego en Irlanda
Ligazón para descargar de balde en PDF "Un galego en Irlanda" de Plácido Castro. Un fermoso libro que recolle as crónicas e fotografías da viaxe que Plácido Castro fixo a Irlanda no ano 1928 e que foran daquela publicadas no xornal vigués El Pueblo Gallego.
El antisemitismo es un veneno contra el que la izquierda debe luchar. Por Owen Jones
Por Owen Jones
http://www.eldiario.es/theguardian/antisemitismo-veneno-izquierda-debe-luchar_0_494851435.html
El antisemitismo es una amenaza real. No es solo el rechazo
dominante de los primitivos neonazis; es una arcaica enfermedad que se
propaga también por los círculos progresistas. Habrá mucha gente que lea
esto y piense, "¿pero qué pasa con Israel?". Lo sé porque cada vez que
tuiteo sobre antisemitismo, alguien me contesta con unos argumentos que
siguen esa línea. Siento sonar demasiado fariseo, pero si fuiste tú,
entonces eres parte del problema.
Como fiel defensor
de los derechos de Palestina, creo que es posible hablar de los
prejuicios y el odio hacia la comunidad judía sin necesidad de recurrir a
los actos del gobierno israelí. En el mejor de los casos, es una
demonización de la víctima (parece que la gente está obligada a
despreciar al pueblo judío por las decisiones de un país extranjero);
pero, de todos modos, es perverso
El tema del antisemitismo viene a colación de las
revelaciones sobre una representante del partido Laborista. Allá por
2014, Vicky Kirby era candidata parlamentaria por los laboristas en el
bastión conservador de Woking.
Tiempo después, fue cesada del partido
cuando salieron a la luz una serie de tuits en los que escribió que los
judíos tenían "narices grandes" e identificaba a Aldolf Hitler como un
"dios sionista". Ese mismo año, los laboristas levantaron su suspensión y
le dieron un toque de atención. Kirby ha ocupado desde entonces la
vicepresidencia del partido en su ciudad.

Para los
que sientan la necesidad de culpar a Jeremy Corbyn, conviene indicar que
la suspensión y su posterior anulación tuvieron lugar durante el
antiguo mandato. Si la delegada publicó tuits antisemitas,
necesitamos una explicación de por qué no fue expulsada del partido
después de las investigaciones. No corresponde al líder de la formación
decidir quién permanece en sus filas, por supuesto, y ahora el comité
nacional del partido Laborista ha vuelto a suspender a Kirby. Pero si es
culpable, esperemos que en esta ocasión no sea readmitida como en
2014.
Como fiel defensor de los derechos de Palestina, creo que es posible hablar de los prejuicios y el odio hacia la comunidad judía sin necesidad de recurrir a los actos que pueda cometer el gobierno israelí
Sin embargo hay algunas cosas que los laboristas, como
partido, deberían hacer. Lo primero es cambiar las normas para que
ninguna persona que sea culpable de antisemitismo -o cualquier otra
forma de racismo- continúe perteneciendo a la formación. La readmisión
de esos miembros solo debería ocurrir cuando puedan demostrar que han
recapacitado.
Lo segundo es que establezcan dos
comisiones: una para combatir el antisemitismo y otra la islamofobia,
dirigidas respectivamente por un judío y un musulmán. Ambas formas de
intolerancia están a la orden del día en Reino Unido, y las dos existen
dentro del marco progresista y en la estructura del partido Laborista.
Las comisiones podrían publicar una lista de recomendaciones, tanto para
combatir el fanatismo en el partido como en el conjunto de la sociedad.
La mentalidad progresista tiene el deber de tomarse en serio el
antisemitismo. No menospreciaríamos cualquier otra forma de intolerancia
ni desviaríamos la atención sobre ella. Resulta compatible oponerse al
antisemitismo por un lado, y por el otro rechazar las políticas del
gobierno de Israel y apoyar el derecho a la autodeterminación de
Palestina. Ambos asuntos deben ser tratados de manera independiente: el
debate sobre el antisemitismo no puede tomarse como punto de partida
para hablar de Israel.
Es absolutamente inaceptable que los judíos
se sientan incómodos en el partido Laborista, o en todo Reino Unido. La
izquierda debería pronunciarse aún más alto sobre el antisemitismo como
un acto de solidaridad con los judíos británicos. Después de todo, o el
socialismo nace de la emancipación de la humanidad de todas las formas
de opresión, o no existe.
miércoles, 20 de abril de 2016
Romper los tabúes de la izquierda. Por Slavoj Žižek
Por Slavoj Zizek
"La nueva lucha de clases. Los regufiados y el terror"
Editorial Anagrama 2016
Para
restaurar el núcleo emancipador de la idea de Europa, hay toda una
serie de tabúes en la izquierda - actitudes que hacen que algunos
temas se conviertan en intocables y sea mejor dejarlos en paz - que
habría que romper.
El
primer tabú que hay que descartar de manera implacable es la
ecuación que equipara cualquier referencia al legado emancipador
europeo con el imperialismo cultural y el racismo: mucha gente de
izquierdas tiende a desdeñar cualquier mención de los «valores
europeos» como si fuera una forma ideológica del colonialismo
eurocéntrico. A pesar de la responsabilidad (parcial) de Europa en
la situación de la cual huyen los refugiados, ha llegado el momento
de abandonar el mantra en de la izquierda según el cual nuestra
tarea básica es la crítica del eurocentrismo. La lección que hay
que extraer del mundo posterior al 11-S es que el sueño de Francis
Fukuyama de una democracia liberal global se ha mostrado ilusorio,
pero a nivel económico el capitalismo ha triunfado en todo el orbe:
las naciones del Tercer Mundo (China, Vietnam...) que lo suscriben
son aquellas que crecen a un ritmo más espectacular.
El
capitalismo global no tiene ningún problema a la hora de adaptarse a
una pluralidad de religiones, culturas y tradiciones locales; de
hecho, la máscara de la diversidad cultural la sustenta el presente
universalismo del capital global, y este nuevo capitalismo global
funciona aún mejor si se organiza políticamente según los así
llamados «valores asiáticos», esto es, de manera autoritaria. De
manera que la cruel ironía del antieurocentrismo es que, en nombre
del anticolonialismo, se critica a Occidente justo en el mismo
momento histórico en que el capitalismo global ya no necesita los
valores culturales occidentales para que todo vaya sobre ruedas, y se
las apaña bastante bien con la «modernidad alternativa»: la forma
no democrática de modernización capitalista que se da en el
capitalismo asiático. En resumen, se tiende a rechazar los valores
culturales occidentales justo en el momento en que, reinterpretados
de manera crítica, muchos de ellos (igualitarismo, derechos
fundamentales, Estado del bienestar) podrían servir de arma contra
la globalización capitalista. ¿Acaso hemos olvidado que toda la
idea de la emancipación comunista, tal como la concibió Marx, es
absolutamente «eurocéntrica»?
El
siguiente tabú que hay que abandonar es la idea de que la protección
de nuestro modo de vida occidental es en sí misma una categoría
protofascista o racista. La idea es más o menos así: si protegemos
nuestro modo de vida, favorecemos a la oleada antiinmigración que
campa por toda Europa, y cuya manifestación más reciente es el
hecho de que, en Suecia, el partido demócrata antiinmigración
Sverigedemokraterna ha superado por primera vez a los
socialdemócratas y se ha convertido en la fuerza más poderosa del
país.
No
obstante, también se puede abordar el problema de cómo la gente
corriente ve amenazado su modo de vida desde el punto de vista de la
izquierda, algo de lo que el político demócrata estadounidense
Bernie Sanders es la prueba evidente. La verdadera amenaza a nuestro
modo de vida comunitario no son los extranjeros, sino la dinámica
del capitalismo global: sólo en los Estados Unidos, los últimos
cambios económicos han contribuido más a destruir la vida
comunitaria en las ciudades pequeñas - el modo en que la gente
corriente participa en los acontecimientos políticos y se esfuerza
por resolver sus problemas locales de manera colectiva - que todos
los inmigrantes juntos.
La
reacción habitual de la izquierda ante todo esto suele ser un
estallido de moralismo arrogante: en el momento en que de alguna
manera aceptamos la «protección de nuestro modo de vida», ya
comprometemos nuestra posición, pues estamos proponiendo una versión
más modesta de lo que los populistas antiinmigración defienden
abiertamente. ¿Acaso no ha sido ésta la historia de las últimas
décadas? Los partidos centristas rechazan el abierto racismo de los
populistas antiinmigración, pero al mismo tiempo afirman «comprender
las preocupaciones» de la gente corriente y poner en práctica una
versión más «racional» de las mismas políticas. La auténtica
respuesta de izquierdas a este moralismo liberal es qué, en lugar de
rechazar la «protección de nuestro modo de vida» como tal, habría
que demostrar que lo que proponen los populistas antiinmigración
como defensa de nuestro modo de vida de hecho supone una amenaza
mayor que todos los inmigrantes juntos.
El
siguiente tabú que la izquierda debe romper y abandonar es el de
prohibir cualquier crítica al islam tachándola de «islamofobia»,
una auténtica imagen especular de la demonización populista
antiinmigración del islam: hay que acabar ya con ese miedo
patológico de muchos izquierdistas en Occidente a ser culpables de
islamofobia. Salman Rushdie fue denunciado y condenado por provocar
de manera innecesaria a los musulmanes, lo que lo convertía (al
menos parcialmente) en responsable de la fatua que lo condenaba a
muerte: de golpe, el quid de la cuestión ya no era la fatua en sí,
sino el modo en que podíamos haber excitado la ira de los
gobernantes islamistas de Iran.
El
resultado de dicho punto de vista es el esperable en tales casos:
cuanto más profundizan en su culpa la izquierda liberal de
Occidente, más los acusan los fundamentalistas musulmanes de ser
unos hipócritas que intentan ocultar su odio hacia el islam. Esta
constelación reproduce perfectamente la paradoja del superego:
cuanto más obedeces lo que la agencia pseudomoral te exige, más
culpable eres: es como si cuanto más toleraras el islam, mayor fuera
la presión que ejerce sobre ti. Y podemos estar seguros de que lo
mismo ocurre con la afluencia de inmigrantes: cuanto más esté
dispuesta a aceptarlos Europa Occidental, más culpable se sentirá
de no haber aceptado un número aún mayor de ellos, y nunca
tendremos suficientes. Y con los que tenemos ya en Europa, cuanto más
tolerantes nos mostremos hacia su modo de vida, más culpables nos
harán sentir por no practicar la suficiente tolerancia.
Por
ejemplo: a sus hijos no se les sirve cerdo en las escuelas, pero ¿y
si el cerdo que comen los demás les molesta?; a las niñas se les
permite cubrirse en las escuelas, pero ¿y si las europeas que
enseñan el ombligo les molestan?; su religión es tolerada, pero no
se la trata con el debido respeto; etc., etc. La premisa tácita de
los críticos de la islamofobia es que el islam de algún modo opone
resistencia al capitalismo global, que se trata del obstáculo más
poderoso a su expansión sin cortapisas; y, por consiguiente, sean
cuales sean las reservas que nos plantee, desde un punto de vista
práctico deberíamos pasarlas por alto en nombre de la solidaridad
en la Gran Lucha. Esta premisa hay que rechazarla de manera radical e
inequívoca. Las alternativas políticas que proporciona el islam
pueden identificarse claramente; van del nihilismo fascista, que
parasita el capitalismo, a lo que representa Arabia Saudí; ¿podemos
imaginar un país más integrado en el capitalismo global que Arabia
Saudí o cualquiera de los Emiratos? Lo máximo que el islam puede
ofrecer, en su versión moderada, es otro tipo de «modernidad
alternativa» más, una visión del capitalismo sin sus antagonismos,
que no puede sino parecerse al fascismo.
lunes, 18 de abril de 2016
Elas xogan ao fútbol en Kabul
“Foi terrible, o medo cubría o país
enteiro. As rúas estaban cheas de homes que vestían de branco,
cunha barba moi longa, e sempre con paus e cordas dispostos a pegar
ás mulleres que non querían levar burka ou ensinaban a cara. Era
todo terrible, sentín que até os paxaros fuxiran do país. Era moi
difícil xogar así, en silencio, ao final decatábanse e saltaban
para entrar ao patio a insultarnos. Tirábannos pedras e collían o
noso calzado deportivo para queimalo. Outras veces collían as nosas
cousas, saían correndo, e logo chamábannos por teléfono ou nos
enviaban mensaxes con advertencias para que non xogaramos ao fútbol.
Chamábannos cadelas e putas”. Khalida Popal, xogadora de
fútbol retirada.
Na fotografía Khalida Popal leva posta
a camisola do equipo feminino de Afganistán que inclúe unha hijab
para cubrir a cabeza. Un equipamento sen o que ás mulleres non poden
facer deporte
viernes, 15 de abril de 2016
30 anos da revista RAÍCES
Xa está na rúa o número 106 de RAICES. Revista cultural xudía en español. Un auténtico milagre editorial que dirixido por Horacio Kohan Starcman cumpre xa os trinta anos de traballo e presenza continuada. Coma saboroso aperitivo deixo de seguido un pequeno texto de Walter Benjamín que co gallo do 75 cabodano da súa morte en Portbou (Girona) aparece publicado neste número.
.
TEXTO DE WALTER BENJAMÍN (Berlín 1892 - Portbou 1940)
Se cuenta que en un pueblito jasídico se encontraban los judíos una noche en una fonda miserable, a la salida del Shabat. Eran todos vecinos del pueblo, menos uno que nadie conocía; pobre y andrajoso, masticaba algo en una esquina oscura al fondo. Los temas de conversación iban sucediéndose, hasta que a uno se le ocurrió preguntar a los demás qué elegirían de concedérseles un deseo. Uno pidió dinero, el otro un yerno, el tercero un nuevo banco de carpintero... Todos expresaron sus deseos hasta que no quedó más que el mendigo en su rincón oscuro.
Vacilando y a regañadientes aceptó revelarlo también él. «Ojalá fuera un poderoso monarca y reinara sobre un vasto país. Quisiera que de noche, estando dormido en mi palacio, el enemigo irrumpiera en mis tierras y antes del amanecer sus jinetes hayan llegado a las puertas de mi castillo sin encontrar resistencia alguna.
De susto me despertaría sin tiempo siquiera para vestirme. En camisón emprendería la fuga a través de montañas, bosques y ríos, noche y día, sin descanso, hasta llegar aquí a este banco en vuestro rincón. Eso es lo que yo desearía.» Los demás se miraron atónitos unos a otros. «¿Pero qué ganarías con ese deseo?», atinó a preguntar uno. «Un camisón», fue la respuesta.
Esta historia nos adentra en las profundidades del gobierno del mundo de Kafka. Nadie afirma que las deformaciones que el Mesías corregirá una vez llegado, sólo correspondan a nuestro espacio. Son ciertamente también las deformaciones de nuestro tiempo. […]
Fragmento de «Sancho Panza», texto incluido en "Para una crítica de la violencia y otros ensayos". Traducción de Roberto Blatt, selección e introducción de Eduardo Subirats. Madrid: Taurus, 1991.
.
SUMARIO DO Nº106 DE RAICES:
Artes y espectáculos
- Marc Chagall cabalga de nuevo / Alicia Perris
- Carambolas de arte judío aquí y allá / A. P.
- ‘Son of Saul’. Shoá, cine y reivindicación política / Carlos Roldán Larreta
- El ojo y la mirada
- George Gershwin y Leonard Bernstein, dos judíos proteicos / A. P.
- Cine y fantasía en ‘La flauta mágica’ del Teatro Real / Norma Sturniolo
- Espacios de meditación: Mark Rothko y Morton Feldman / Jesús Gonzalo
- Las contrafusas y el escenario
Letras y Libros
- David Bergelson, la voz vanguardista en la literatura yiddish / Rhoda Henelde y Jacob Abecasis
- El archivero y la ficción. En torno a Danilo Kiš / José A. Fernández López
- Entrevista con Radka Denemarková, autora de ‘El dinero de Hitler’ / Norma Sturniolo
- Hermann Ungar. Un olvido que no hace justicia / Arnoldo Líberman
- La leyenda de Else Lasker-Schüler y el teatro / Jacobo Kaufmann
- Reseñas: J. A. Fernández López / A. Liberman / J. Kaufmann / A. Avellaneda
- Café Kafka
Argumentos y Ensayos
- Siete preguntas a Jacobo Israel Garzón / Antonio Escudero Ríos
- ‘El Jueves’ y la normalización del odio / Eli Cohen
- ¿Humor judío, sí o no? Favreau, Wolinski, Aléijem, Manea… / Diego Moldes
Caminos de Sefarad
- Benjamín de Sefarad
Historia y Sociedad
- Tibia presencia judía en el Primer Congreso Español Internacional de la Tuberculosis
- (Barcelona, 1910) / Guillermo Olagüe de Ros
- El fin de las comunidades judías de Egipto / Verónica Nehama Masri
Miscelánea
- La historia judía de los superhéroes del cómic / N.A.
- In Memoriam Carlos Carrete Parrondo / Horacio Kohan
- Las cosas que pasan
En Portada
Una pareja observa la pintura de Mark Rothko Nº 14 (1961) en el San Francisco Museum of Modern Art (SFMOMA).
jueves, 14 de abril de 2016
miércoles, 13 de abril de 2016
Adeus Kobe
Dous botes máis do balón laranxa no parqué da xa longa historia do basket.
Hoxe á noite, o formidable equipo da Baia de San Francisco batera o record dos míticos Bulls de lenda... Michael Jordan, Scotie Pippen, Toni Kukoc, Dennis Rodman, Ron Harper... baixo a batuta do mestre Phil Jackson.
E esta noite tamén, após 19 anos ininterrompidos de ouro e púrpura nos seus Lakers de toda a vida, diranos adeus un dos máis grandes xogadores que pisaron unha cancha.
Adeus Kobe. Grazas... e viva o basket!
lunes, 11 de abril de 2016
Primo Levi e Carod-Rovira
Concordo por completo con Josep-Lluís Carod-Rovira. Ler "Si esto es un hombre" de Primo Levi debera ser unha obriga moral.
martes, 5 de abril de 2016
domingo, 3 de abril de 2016
Vieiros de Kakania
Nova vista desde a súa privilexiada friestra vienesa de Carlos Penela. Un luxo e un pracer o de poder contar coas súas páxinas debuxadas nos Vieiros de Kakania. Grazas caro Carlos
sábado, 2 de abril de 2016
Resposta a X.L.Méndez Ferrín
Ven de publicar hai un par de días nas
páxinas do Faro de Vigo o escritor e colaborador habitual, Xosé Luís Méndez
Ferrín un artigo no que en conclusión traslada a Miguel-Anxo Murado a seguinte
cuestión: Por qué o Estado Islámico non ataca a Israel?
Vaia por diante que normalmente nin me
molestaría en respostar a quen plantexa este tipo de teorías conspiranoicas, e
moito menos cando semellan directamente tiradas do libelo zarista “Os protocolos dos Sabios de Sión”. Pero
desta volta en consideración de quen é o autor farei unha excepción. Aínda que
honestamente sorpréndeme que alguén que non sexa un antisemita declarado ou
vergoñento (e Ferrín desde logo non o é) poida plantexar unha cuestión así.
Desgraciadamente e moi ao seu pesar
Israel está claramente a vangarda mundial da loita contra o terrorismo.
Escoitámolo por exemplo estes días a raíz do brutal ataque no aeroporto de
Bruxelas e a comparación co que está considerado coma o aeroporto máis seguro
do mundo, o Ben Gurión de Tel Aviv. Que Israel é vangarda antiterrorista é algo
que recoñecen incluso os seus negadores e inimigos viscerais. Arcos de metais,
escáners, gardas de seguridade, son normais en todo tipo de centro sensible de
ser obxectivo do terrorismo. Sumando a estes sofisticados medios a intelixencia
e a experiencia de décadas de combate contra o terror.
Lembremos que entre os inimigos
declarados do estado de Israel están organizacións terroristas islamitas coma
Hamas (Movemento de resistencia islámica) Yihad islámica, Hezbollah (partido de
deus) que teñen “por antigüidade” ventaxa no terreo sobre outras organizacións
terroristas como Al Qaeda ou Estado islámico se estas pretenderan facerlle
competencia e disputarlles o “privilexio” de ser eles os “combatentes do islam
contra o inimigo sionista”. É coñecido como no territorio da Franxa de Gaza
Hamas persigue implacable e ferozmente calquera intento de penetración de
Estado islámico ou Al Qaeda
Pregunta Ferrín porque ISIS non ataca a
Israel nos Altos do Golán. Resulta evidente que se o Estado islámico loita por
consolidarse nos territorios conquistados en Iraq e Siria, non tería sentido
abrir outra perigosa fronte provocando a Israel. Entre outros motivos porque
así como cando Israel vese obrigado a respostar aos ataques e provocacións
terroristas de Hamás ou Hezbollah debe facelo co freo de man posto obrigado
pola crítica, falta de sensibilidade e solidariedade internacional, unha
ofensiva militar israelí contra Estado islámico con certeza atoparía o “apoio”
desta mesma comunidade internacional timorata a hora de enfrontarse cara a cara
aos islamitas.
No ano 2014 un xornalista alemán,
Jurgen Todenhofer, conseguiu infiltrarse e convivir durante dúas semanas entre
mandos de ISIS, e posteriormente contou –textualmente- que “o exército israelí
cáusalles pavor”. Porque os yihadistas saben que "o Exército israelí é
demasiado forte e experimentado".
En definitiva se ISIS non ataca dentro
de Israel o nas súas fronteiras é simplemente porque non pode. O ISIS é salvaxe,
sanguinario e xenocida, pero non imbécil.
Deixo de seguido o seu artigo que tamén
vai arriba en jpg
TEMA PARA MURADO. Xosé Luís Méndez
Ferrín
Faro de Vigo – 01.04.16
0 viaxeiro xentil e desprevenido
sorpréndese, ao chegar a Israel, de que alí haxa xudeus que non parecen xudeus. Pódense ver
cidadáns israelitas de todos os tipos raciais, e axiña o viaxeiro chega á
conclusión que o "aspecto xudeu", esmaciado, fedorento, hepático e
narizón, no que mesmo Vicente Risco acreditaba, só se encoritra nos antigos chistes
gráficos. Sería ben doado que un djihadista con pinta de árabe e acento árabe
nun escaso hebreu en nun inglés de supermercado se coase sen chamar a atención
nunha cidade do país para cometer un crime de masas. Non chamaría a atención,
pois, en Israel, hai numerosos xudeus árabes e con pinta de árabe
caricaturesco. Uns son os que chegaron desde países árabes, nos que se inclúen
os famosos yemenitas que viaxaron a Israel a pé e cruzando desertos en plan
bíblico. Outros son os árabes (cristiáns, musulmáns ou ateos) que gozan da
plena cidadanía israelita, votan libremente nas eleccións e teñen os seus
partidos ben representados nun parlamento pluralista.
En principio, Al Qaeda
ou EI (ou como
se chame) debería odiar máis os israelitas que os belgas. Por qué esas organización
non atentan contra o corazón do que, en termos maoístas, consideraríamos o
inimigo principal a fin de facer evidente a contradicción principal e o aspecto
principal desta contradicción?
Pregunta, a anterior, que ligaría
con esta outra; por qué os djiyahistas ou almorábides contemporáneos non
disparan os seus bazookas nin as súas metralladoras de fita interminable contra
os Altos de Golan que son territorio sirio ocupado por Israel? Por qué o
ensañamento deste exército sombrío se acumula contra o goberno laico,
progresista e nacionalista panárabe de Siria? Preguntas que nos levarían a
aquela que estamos desexando que algún responsa sobre quén arma, alimenta, paga
e marca obxectivos a tan despiedada e numerosa horda.
Morreu, supoño que dominado polo
noxo, o meirande intelectual árabe da miña xeración: Georges Tarabichi. Del
trataremos eiquí, tamén decepcionados polo desastre escuro que arruinou aquela
nación árabe que nós coriecimos formando repúblicas laicas e desafiando o
futuro con optimismo. Un magnífico escritor galego que entende destes asuntos,
Miguel Anxo Murado, ben podería explicarnos por que Israel está protexido nesta
guerra fea
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